martes, 13 de marzo de 2007

Espíritu Santo en el Nuevo Testamento

El Espíritu Santo es llamado el Espíritu de Cristo (Rom. Viii,9), el Espíritu del Hijo (Gal., iv, 6), el Espíritu de Jesús (Hechos, xvi, 7). Estos términos implican una relación del Espíritu con el Hijo, la cual sólo puede ser una relación de orígen. Esta conclusión es la mas indiscutible, dado que todos admiten el argumento similar para explicar porqué el Espíritu Santo es llamado el Espíritu del Padre. Es así como San Agustín argumenta (En Juan., tr. Xcix, 6, 7 en P.L., XXXV, 1888): "Escucha al mismo Señor declarar: ‘ no eres tu quien habla, sino el Espíritu de su Padre que habla en ti’. Asimismo, escucha al Apóstol declarar: ‘ Dios ha enviado el Espíritu de Su Hijo a vuestros corazones. ¿Puede entonces haber dos espíritus, uno, el espíritu del Padre y otro el espíritu del Hijo?. Ciertamente no. Así como hay un solo Padre, así como hay un solo Señor o un Hijo, así también hay un sólo Espíritu, Quien es, consecuentemente, el Espíritu de ambos...¿ Porqué entonces rehusas creer que El procede también del Hijo, siendo que El es también el Espíritu del Hijo? Si El no procediese de El, Jesús, cuando se aparece a Sus discípulos luego de la Resurrección, pudo haberles inspirado diciendoles: ‘Reciban Uds. el Espíritu Santo’. Lo que, sin dudas, significa este aliento no es sino que ¿el Espíritu procede también de El?". San Atanasio había argumentando exactamente del mismo modo (De Trin. Et Spir. S., n19, en P.G., XXIV, 1212) y concluye : « Decimos que el Hijo de Dios también es la fuente del Espíritu".

1 comentario:

Luis Fernando López - IV Teología. dijo...

El Espíritu Santo es Señor y dador de vida, por eso es importante y fundamental ahondar en este tema.